Saber gestionar el tiempo de manera efectiva, puede hacer la diferencia entre una vida plena o una llena de demandas externas y constantes incendios por apagar.
La sensación de vivir “al borde del precipicio” habla del frágil equilibrio que existe entre nuestra capacidad de organizar nuestro tiempo para cumplir con lo que debemos hacer y las posibilidades de realizarlo de acuerdo a los plazos requeridos.
Vivir al filo con respecto del tiempo puede basarse en ideas como: “El tiempo pasa cada vez más rápido” (…o sea, “no hay nada que pueda hacer”), o bien, “trabajo mucho mejor a presión”.
¿En serio?
Ante estas creencias que no solemos cuestionar muy seguido, junto con el estrés constante de no ser “pillados por la máquina”, es generalmente nuestro cuerpo el que termina pagando las consecuencias; o bien, nuestros vínculos cercanos, nuestras relaciones con el resto y la forma en que nos percibimos a nosotros mismos (“soy un fracaso”).
¿Hay algo que puedes hacer hoy mismo para comenzar a ordenarte? Afortunadamente, sí. Y eso es empezar a calendarizar tus actividades. Todas. Incluso las reuniones sociales y los tiempos para ti. Puedes usar el sistema que más te acomode, desde la tradicional agenda hasta aplicaciones en tu celular.
Sobre la resistencia a usar el calendario, he escuchado argumentos tan creativos como:
- “No quiero que Google sepa todo lo que hago”. Créeme, Google ya lo sabe.
- “Si calendarizo todo, no dejaré espacio para que la vida me sorprenda”. Y si no lo haces, es probable que también lo haga, pero no de la manera que tú quisieras.
- “Si veo el calendario lleno de actividades, me voy a estresar”. Como si no registrarlas nos eximiera de tener que hacerlas.
- “Si calendarizo todo, será como ser un/a esclavo/a”. ¿Qué peor esclavitud que la tensión constante de andar en piloto automático, corriendo todo el tiempo?
- “No necesito anotar lo que tengo que hacer. Lo tengo todo en mi cabeza”. ¿Y de cuánto de ello te acuerdas cuando es necesario? ¿Cuánto olvidas?
Si te reconoces en alguna de estas frases, te invito a abrir tu mente, a cuidar de ti mismo/a y darle una oportunidad a este gran aliado llamado calendario. Prueba hacerlo un día, una semana. Comienza a hacerlo parte de tu rutina. Ocupa la tecnología, usa un cuaderno, una planilla Excel o regálate un planificador que facilite anotar tus tareas/actividades, pero ¡hazlo y me cuentas cómo te va!
¿Cómo te relacionas con el tiempo?
¿Qué métodos utilizas para organizarte?
¿Qué crees que podrías mejorar acerca de la manera en que administras tu tiempo?