Entre el lugar que estás y el que quieres estar - uno donde estés desplegando tu potencial y obtengas los resultados que esperas - suele existir una brecha. Ese espacio puede ser cubierto a través del coaching.
Coaching, coaching, coaching. La palabra aparece por todos lados y aplicado a diversas áreas y, a veces, con dudosas promesas como “empodérate y saca tu mejor versión”, “si quieres puedes” o “decrétalo”. Nada nos dicen acerca de los beneficios concretos de esta metodología.
Asimismo, existen profesionales responsables que con una seria preparación, acompañan a sus clientes en el desarrollo de competencias concretas en función de un objetivo determinado. Algunas de ellas pueden ser: aprender a priorizar, incrementar mi constancia, aumentar mi asertividad, entre otras.
En este sentido, el coach te proporciona apoyo y estructura para tu crecimiento personal y genera condiciones para ver nuevas alternativas con el fin de liberar tu potencial para incrementar al máximo tus capacidades de ejecución.
Te permite identificar lo que esperas y alinearlo con tu desempeño para lograr los resultados que deseas; te ofrece las condiciones para que aprendas a eliminar los elementos que consumen tu energía y a conseguir los que te la proporcionan.
Otros beneficios del coaching son:
1. Identificar lo que esperas y alinearlo con tu desempeño para lograr los resultados que deseas;
2. Te ofrece las condiciones para que aprendas a eliminar los elementos que consumen tu energía y a conseguir los que te la proporcionan.
3. Ganar tiempo: ¿cuánto tiempo requerirías para, por ejemplo, desarrollar tu asertividad de manera efectiva por ti misma?;
4. Ahorrar recursos: si te comprometes en avanzar, los procesos de coaching suelen durar menos de seis meses (con sesiones cada dos o tres semanas). Además, ¿has pensado cuánto te está afectando económicamente no trabajar en ti?;
5. Ordenar, dar estructura a la confusión: para trabajar paso a paso en cada tema que requieras resolver;
6. Cometer menos errores: pues se trabaja en la toma de conciencia de los errores que puedas estar cometiendo y que afectan en tus resultados;
7. Aumento de la autoestima: al comenzar a ver resultados y profundizar en tu autoconocimiento, la confianza en ti misma se incrementa;
8. Ganar madurez personal: pues serás tú la responsable de tu propio proceso y sus resultados. En el coaching no hay espacio para culpar al otro de lo que aún no podemos conseguir:
9. Aumentar la motivación por el propio cambio: pues te darás cuenta que el cambio es posible y que puedes seguir transformando tu vida. ¡Ya no te conformarás con menos!;
10. Obtener resultados permanentes: al romper los paradigmas que sustentan una conducta en particular, esta cambia y, por lo tanto, los resultados también;
11. Ganar serenidad y bienestar: al resolver aspectos que te causan angustia y frustración, la relación contigo misma y con el otro cambia, permitiéndote establecer relaciones más sanas y edificantes;
12. Aumentar tu autoconocimiento: al explorar tu potencial, profundizarás en el conocimiento de ti misma;
13. Sacarte partido: ¿Para qué conformarte con una vida a medias si puedes conseguir plenitud trabajando en ti y en el desarrollo de tus competencias?;
14. Dejar de castigarte y culparte por no alcanzar tus objetivos: en un proceso de coaching aprenderás cómo desarrollar herramientas personales para alcanzar tus metas y a enfocarte en aquello que te permite avanzar;
15. Personalizar tu vida: al identificar qué te hace sentido y alinear tu vida con un propósito que para ti sea significativo.
¿Qué tema trabajarías si hicieras un proceso de coaching?
¿Tienes alguna duda de cómo te puedo ayudar?
